MI VIDA CON PLANTAS: LOS ERRORES
- Grésil Serna
- 23 jul 2021
- 4 Min. de lectura
INTRODUCCIÓN
En esta ocasión quiero compartirles como introducción, una reflexión que escribí hace tiempo acerca de lo que aportan las plantas a nuestro espíritu, además de embellecer el hogar:
Considero a las plantas una fuente silenciosa de conocimiento y aplaudo a todo aquel que como yo, haya tomado la decisión de comenzar a crecer con ellas. Mi camino de autoconocimiento ha cambiado, me buscaba a mi misma en la convivencia con otras personas, en terapia (que igual es necesaria) e incluso literalmente en mi reflejo del espejo, pero cuando menos me di cuenta estaba ahí, aprendiendo a ser a través de ellas.
Siempre son interesantes las relaciones humanas y por supuesto complejas, dada nuestra tendencia a proyectarnos en ese reflejo con el cual queremos “conectar”. Tratando de evaluar qué es “normal” y que no, con la esperanza de caer en el mejor de los conceptos y, con el absurdo pretexto de pertenecer a la misma especie, juzgamos, marginamos, e incluso nosotros mismos nos limitamos por nuestra humana tendencia a querer “encajar”.
Con las plantas es distinto, nuestra conexión inter-especie se basa precisamente en esa diferencia biológica, que a la vez nos une en la interacción más pura, porque no hace falta ser de alguna manera en especial, simplemente ser un ser vivo. Y al parecer esto es más que suficiente para obtener algo bueno al relacionarnos con ellas.
Un carácter noble envuelve lo que hay entre un humano y una planta; puesto que el humano, que en su vida le ha costado ser paciente, generoso e incluso amable consigo mismo, descubre cómo serlo, sin tener que escuchar una sola palabra en esta interacción, donde lo único que su exigencia humana pide de este otro ser, es que siga siendo.
Ahora sí, a lo que vienen:
Yo sé que muchos de ustedes sienten entusiasmo por comenzar a adquirir plantas de interior para su hogar. Pero al menos en mi caso, fallé muchas veces al intentarlo, y me desanimé viendo cómo cada planta que compraba moría casi al primer intento de querer adaptarla a mi casa.
Me perdí en mil consejos para cuidarlas y son tantos que son difíciles de recordar. Y dado que a todos nos es más fácil recordar los errores que los aciertos, rápidamente les enlistaré los principales errores que cometí en mi camino a ser "la loca de las plantas”:
Comprar una planta solo “por bonita”.
Vuelvo a hacer referencia a las relaciones sociales: no porque se te hace bonita significa que lo suyo va a funcionar. El que te guste mucho una planta no significa que debas comprarla, ya que muchas veces las condiciones de nuestro hogar o nuestro estilo de vida no se prestan a que nuestra planta tenga una vida de calidad. Así que cuando escojas una planta hazlo porque ya sabes cosas acerca de ella (sus cuidados, condiciones de vida, qué tanto puede crecer, etc.) y realmente te sientes capaz (o con disposición) de cumplir con esos cuidados (o sea busca hacer match con tu planta, je).
Elegirla para un lugar fijo.
Un error que muchas veces cometí fue planear la decoración de algún lugar y meter la planta cual pieza final en el rompecabezas, aferrándome a ubicarla en el preciso espacio que yo planee para ella. Las plantas al igual que nosotros necesitan adaptarse a su nuevo espacio, y la mayor parte de las veces el lugar que eligen no es el que tu pensaste para ellas. Así que si quieres llenar ese rincón compra una lámpara o jarrón, pero quieras anclar a tu noble ser vivo a ese lugar.
Ignorar su existencia.
Éste error venía acompañado del punto anterior, cuando las utilicé cual pieza inanimada de alguna escenografía, porque al tratarlas como objeto fácilmente me olvidaba de sus necesidades, entonces te recomiendo que tomando en cuenta el punto anterior, procures tenerlas en un lugar donde puedas ponerles atención y sea fácil para ti darles mantenimiento.
No observarlas.
Como todo ser vivo doméstico, necesitan un chequeo rutinario, programa cuándo vas a regarlas y procura que sea en un horario donde puedas darte tranquilamente ese tiempo que les vas a dedicar, ya que más que limpiarlas y regarlas, es observarlas. Es fácil saber cuando una planta está sana, por lo que no resulta complicado darse cuenta cuando tienen algo anormal como hojas amarillentas, manchas, etcétera (en estos casos ¡google it!), así poco a poco irás aprendiendo qué cuidados necesita cada una. Yo las iba cambiando de lugar hasta encontrar cuál les gustaba (luego te das cuenta porqué les gusta).
“La maceta de mi planta sigue siendo una bolsa negra/maceta del home depot”.
Pues uno debe pensar a futuro, tus papás cuando naciste no llegaron a tu casa y te dejaron todo un mes con la cobijita que te pusieron en el hospital, ¿o si???. Estoy segura que para el día en que naciste ya tenías outfit para al menos todo tu primer año de vida. Con las plantas no es muy diferente así que si vas a comprar una planta, piensa antes en la cantidad de espacio que necesitará para crecer bien, y consigue inmediatamente la maceta ideal para ella.
Las plagas no son un mito.
Si vas a subirte en el barco de las plantas de interior, debes estar preparado para las emociones fuertes como ¡¡las plagas!!!, por eso es muy importante que observes periódicamente tus plantas, es terrible darte cuenta hasta que ya no hay marcha atrás.
A todos los que se embarcan en este viaje botánico, les deseo todo el éxito, espero que sea muy fructífero para ustedes y sus plantas, disfruten.
Con amor,
Grésil Serna
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